El cambio, el miedo y las distracciones

 

¿Quién no se ha propuesto un cambio de la noche a la mañana deseando que ocurriera ya y que perdurara por siempre en el tiempo? Puede ser comer sano, hacer deporte, cambiar de trabajo, conseguir pareja, sacarme la carrera, salir de esa relación tóxica que hay en mi vida, llegar a tiempo a mis citas personales y profesionales, hablar en público con soltura, bailar o saber bailar (que no es lo mismo), tocar un instrumento o saberlo tocar (ídem), pedir y permitirme vacaciones, decir no, comunicarme mejor con mi pareja/jef@/compañer@/familiar.. Cumplir con lo que me propongo, porque sé que me va a hacer sentir mejor, al fin y al cabo salir de la duda y experimentar qué sentiría si lo consiguiera! 


En este post vamos a analizar lo que puede ocurrirnos nada más planteárnoslo (el cambio) y durante los primeros "avances", y qué podemos hacer al respecto. Me refiero a esas distracciones, dispersiones y preocupaciones que supuestamente "me sacan" con tanta facilidad de mi objetivo, sin ni siquiera a veces haber comenzado. Más tarde veremos qué es qué, ahora, lo primero es lo primero, y primero, si me marco un objetivo en la vida que sea porque me motiva a mí a nivel personal individual y no al resto del mundo. ¿Lo tengo claro? Hay veces que se necesita darle "una" vuelta, no creas... ¿Cuántas veces habremos hecho cosas por lo que los demás esperaban de nosotros sin preguntarnos si realmente nosotros queríamos hacerlo? Por eso, darme tiempo para decidir qué quiero cambiar y si realmente quiero hacerlo es primordial. ¿Qué motivos importantes tengo en mi vida para orientarme hacia el logro de ese cambio?

Ya lo dice José Mújica, el presidente de Uruguay: "Para vivir hay que tener libertad, y para tener libertad hay que tener tiempo".

Y otra cosa al respecto, ¿estamos seguros de que para hacer algún cambio tenemos que saber realmente lo que queremos? ¿Acaso no nos vamos descubriendo al actuar? Hay una máxima que me enseñaron en una de las experiencias más positivas de mi vida: "no pienses, actúa". Y ya irás descubriendo por ti mismo y la vida te pondrá delante lo que necesites aprender y lo que quieres a cada momento. Pretendemos aprender sin caernos, sin errar... Y errar es un paso hacia la mejora y el logro de nosotros mismos. Otra cosa es que lo sepamos entender así y nos atrevamos... ¿Te atreves? No sé si estarás familiarizado con la emoción de miedo, y con cómo te bloquea tu vida. Es un freno, y adopta la forma de pregunta pero a un nivel más profundo enmascara una duda sobre nosotros mismos, sobre si nos sentimos lo suficientemente capaces/valiosos/útiles/valerosos de lo que sea. Si sabremos mantener el cambio en el tiempo o esto será cosa de un día. Y desengañémonos! No lo vamos a saber hoy y mucho menos si no movemos ficha!! La clave está, como más adelante veremos en el post, en reforzar nuestro autoconcepto y atrevernos a dar un único primer paso en la dirección que queremos. Y luego... Luego será otro momento y necesitaremos volver a elegir. Es curioso cómo nuestra mente nos hace creer que lo que decidamos hoy no tendrá posibilidad de cambio. Como si no tuvieramos oportunidad de elegir a cada momento y un sí ahora fuera una cadena pesada de obligatoriedad con nosotros mismos y nuestra palabra. Y no... A cada momento podemos elegir qué hacer, y si no qué hacer, sí cómo vivir con nosotros mismos lo que ocurra y sus consecuencias. Y esto precisamente es lo que nos convierte en personas con libertad de pensamiento y decisión. Tanto si decidimos sí como si decidimos no, tiene consecuencias. ¿Por qué no atrevernos a ir hacia un lugar mejor para nosotros mismos y nuestra autoestima hoy, en este momento?

Volviendo al tiempo que nos comenta José Mújica, ¿se tiene, no se tiene, o tenemos todos el mismo y consiste en invertirlo y dirigirlo hacia lo que nos motiva y enriquece como personas? Si queremos lograr cambios, por pequeños que sean, hemos de dedicarles tiempo a diario: pensar sobre ellos, soñar con ellos, ilusionarnos con ellos, darles salida todos los días un poquito, actuar... Dirigirlos, enfocarlos, embellecerlos...

Segundo, una vez que he elegido MI objetivo porque ME motiva y ME ilusiona imaginarme consiguiéndolo además de hacerme sentir bien conmigo mism@ porque significará que soy capaz de hacer cambios en mi vida (y por ende mejorará mi forma de relacionarme con los demás porque me sentiré realizado, amén de inspirar a otros); es necesario analizar todos los factores que pueden hacer que me desvíe de MI camino. Puede ser 1) una persona (a la cual permito que desvíe mi atención de mi objetivo porque le dé más importancia a lo que necesite ella que a mí de forma recurrente y por miedo al conflicto o a que me deje de querer) y para ello os recomiendo leer el post ¿Y yo? ¿Sé qué quiero o necesito?, puede ser 2) cualquier suceso (si creo que soy imprescindible en cada situación que ocurra a mi alrededor, me lo voy a mirar también, ¿vale? A ver si es que creemos que los demás no son capaces y yo sí de todo hasta que me quede exhausta/o y sólo entonces les dejemos la oportunidad de actuar, bien porque la situación lo requiera y/o porque ellos mismos así lo elijan), o 3) cualquier pensamiento o sentimiento generado por cualquier situación interna o externa que me acontezca. En relación a esto último, os recomiendo leer el post Cómo nuestra mente nos pide atención y ayuda. Os adelanto el mensaje: "necesitamos sentir más y pensar menos" y "le damos demasiado poder sobre nosotros a nuestra mente".

Una preocupación me saca, vale. Ahora, yo elijo el tiempo que quiero que esa preocupación acapare toda mi atención. Vale que todos vivimos situaciones complicadas e importantes y urgentes, de acuerdo, ¿pero no podemos organizarnos y planificarnos para darle salida a nuestro cambio aunque sea en pequeñas dosis a diario? Escribir sobre lo que hoy has conseguido con respecto a tu cambio, escribir sobre una distracción nueva que has identificado y cómo te planteas al día siguiente resolverla y darle carpetazo para aprender... Aprender cada día una manera nueva de dejar salir aquello que deseamos tanto y que tan bien nos va a hacer sentir... Y es que las preocupaciones, ¡ay amigos!´, son eso: pre- ocupaciones, pensamientos negativos tirando a catastróficos que sólo nos llenan de miedo, agobio e inacción para el resto del día. No nos dejan mejor ni mucho menos, sólo nos quitan energías y es porque enfocamos los temas desde el pensar que no somos capaces de hacer nada para resolverlo, porque si no fuera así, estaríamos aprendiendo a pensar sobre cómo resolverlo, desde un enfoque constructivo y positivo y un sentimiento de capacidad y creatividad renovador... ¿Oído cocina?

Una distracción o una dispersión es todo aquello que me aleja de lo que quiero o necesito hacer para sentirme mejor..... y me salgo yo "voluntariamente". Sí, sí, dejémonos de marear la perdiz con los "pero es que...". Sea de forma más consciente o menos, yo permito dirigir mi atención a ellas. Cuanto antes lo reconozcamos, ¡tiempo ganado! No es mal sastre quien reconoce el paño y el autoconocerse para poder realizar cambios es fundamental. Nada como conocerse uno mismo para prevenir y/o aprender de la experiencia vivida. El lema "utiliza todo para avanzar" es de almas sabias que saben sacar aprendizaje de todo aquello cuanto le ocurra. ¿Quién te ha dicho que tú no puedes ser una de ellas? Si hoy no has logrado hacer lo que te hace sentir bien (ir a correr un rato, leer ese libro que te apasiona aunque sea 20 minutos, cuidarte de la forma que sea, crear una nueva forma para predisponerte a la acción constructiva en tu vida...), aprende del mensaje que te quieren dejar todas esas distracciones: "¡te estás dejando embaucar y puedes dejar de hacerlo en cuanto te lo propongas!". Practica con la técnica del "golpe en la mesa" contigo mismo y dalo virtual o físicamente, dite: "¡basta!", "hoy, aquí y ahora me elijo a mí por encima de lo que mi mente me muestre".

En física, dispersión es el fenómeno por el cual un conjunto de partículas que se mueve en una dirección determinada rebota sucesivamente con las partículas del medio por el que se mueve hasta perder una dirección privilegiada de movimiento. ¡Atención! ¡Cada vez que nos permitimos dispersarnos, estamos perdiendo una dirección privilegiada para estar bien con nosotros mismos y los demás! Y si echamos una ojeada al nivel de satisfacción con nuestras vidas nos daremos cuenta de los efectos que tiene permitirnos perdernos de nuestro sendero de bienestar. Eso sí, ¡estamos a tiempo mientras estemos vivos! Y además, perdernos es una vía para reencontrarnos ;) ¿Cómo lo quieres ver tú?

Una vez que he identificado todos los posibles distractores, dispersiones y preocupaciones recurrentes, llega el momento de apelar e identificar todas mis fortalezas personales. Sí, sí, no mires para otro lado, que es contigo. F O R T A L E Z A S. Sé que cuesta identificarlas y que la lista puede que llegue a cinco mal contadas, pero ahí es donde nos escondemos (además de en las distracciones, dispersiones y preocupaciones) para no sobresalir de nuestra imagen mediocre, y yo creo que ya ha pasado tiempo suficiente viviendo así, en la mediocridad... ¿Qué tal si nos queremos un poco y nos reconocemos lo bueno que hay en nosotros y de lo que hemos sido capaces en el pasado para construir un presente y un futuro con muchas más oportunidades para desarrollarnos? Si sólo vemos la parte vacía del vaso... ¿Dónde vamos a llegar? ¿Qué vamos a conseguir?

 

 

 

¿Qué fortalezas tengo para conseguir mi objetivo? ¿Qué recursos tengo? ¡Ojo! Pueden ser internos o externos. Que mira que nos cuesta pedir apoyo o ayuda, según sea el caso. Para diferenciar estos dos últimos términos, os dejo el link hacia el post ¿Qué necesito o qué quiero, apoyo o ayuda? Esas fortalezas pueden ser: creatividad, tiempo libre, dinero para pegarme un viaje y darme ese tiempo, ese amigo o amiga que tiene talento para organizarse y priorizarse (pégate a él o ella como una lapa y aprende! Pregúntale cómo lo hace y toma buena nota), un lugar donde ir a despejarme, una música que me ayuda a centrarme en el objetivo, amigos que están deseando lograr lo mismo que yo (¡organiza una quedada y un grupo de apoyo entre todos! Los resultados son estupendos), confianza, histórico de éxitos en otros cambios en tu vida (respeta el tiempo que necesitaste en esas otras veces para lograrlo, que nuestra mente "suele" tener prisa), etc.

Y en último lugar, una vez que hemos identificado el cambio que queremos lograr, que hemos enumerado los motivos para la acción, puesto atención y remedio en cada uno de los distractores con los que me encuentro día a día porque me conozco y reconozco mi miedo, así como mis fortalezas y recursos para lograrlo, toca HACER UN PLAN DE ACCIÓN! Adelanteee!!!

 

Deja un comentario

Todos los comentarios serán revisados antes de ser publicados. Gracias por aportar.