Identifica tu emoción de miedo

A veces es difícil identificar la emoción que nos controla porque somos unos grandes desconocedores de nuestro mundo emocional. El miedo por ejemplo, no siempre viene a nuestra vida en forma de ataque de ansiedad o bloqueo evidente en una situación de hablar en público. A veces, la mayoría, viene de forma sutil y ni nos damos cuenta. Estas son algunas de las señales que te pueden facilitar saber si la emoción del miedo te está inundando sutilmente en tu vida:

 

  • Si llevas tiempo sin tomar decisiones, bloquead@.
  • Si llevas tiempo sin hacer cambios (variante de la anterior).
  • Si te sorprendes un día más no resolviendo esa situación, tanto si sabes cuál es la respuesta como si no.
  • Si no dices aquello que te importa, ni expresas tu opinión ni permites que los demás te conozcan.
  • Si te sientes aislad@ y sol@, aunque estés rodeado de personas.
  • Si procrastinas tareas "sin tu sensación es de atasque y no evolución.
  • Si no piensas con claridad y te sientes bloquead@ en tu vida...
  • Etc.

 

 

El miedo está haciendo mella en ti pero no porque seas tú un/a cobarde, ni mucho menos! Solo es porque no eres consciente y si lo eres, porque no te han enseñado cómo manejar ni resolver la emoción de miedo de forma sana y productiva.

 

La inteligencia emocional nos enseña a escuchar nuestras emociones, a identificarlas en nuestro cuerpo y en nuestra acción o inacción, para así poder comprender de qué nos quieren informar. Lo que estamos necesitando nos lo muestran nuestras emociones, de ahí su consagrada importancia ya incluso a nivel científico. Son señales de que algo pasa y de que por ello, algo estamos necesitando darnos y por lo tanto, hacer.

El miedo, que es la emoción que nos ocupa en este post, nos habla de que sentimos, y por lo tanto creemos (porque nuestros sentimientos son el resultado de pensar sobre nuestras emociones), que no tenemos recursos suficientes para afrontar la situación que estamos viviendo. Digo creemos porque nuestro estado de ánimo y de seguridad en nosotros mismos, es decir, en lo afianzado que tengamos nuestro autoconcepto y la etapa vital emocional que estemos viviendo, puede hacer que la lectura que hagamos de nuestras capacidades no sea muy realista y nos quite seguridad.

Por otro lado, la mayoría del miedo que vivimos a diario es psicológico, no real. Es decir, que el miedo que pasamos en nuestro día a día no es vital, no pone en riesgo nuestra vida. Lo más habitual es que nuestra mente, debido a una descuidada autoestima o lo que es lo mismo, un inexplorado autoconcepto de quién soy, nos haga dudar de nosotros mismos ante un nuevo reto.

La emoción del miedo, que es adaptativa y por lo tanto útil y sana, nos invita a hacernos las siguientes preguntas para resolverla (la emoción de miedo):

 

  1. ¿Creemos que tenemos recursos para afrontar esta situación?
  2. ¿Es cierto que no los tenemos o creemos no tenerlos porque nos hemos olvidado de nuestros logros y capacidades?
  3. ¿En qué otras situaciones he sido capaz de salir airos@ y acumulado o aprendido nuevos recursos? ¿Cuáles puedo usar ahora?
  4. ¿Qué podemos hacer para lograr esos recursos que estamos necesitando y que no tenemos aún?
  5. ¿A quién podemos pedir apoyo o ayuda?

 

 Por otro lado, están los miedos  más inconscientes, que a continuación identificaremos. Éstos son los que dan paso libre a todas las elucubraciones de nuestra mente. Y estaréis conmigo en que nuestra mente tiene una rica imaginación cuando se trata de que las cosas pueden salir mal y le da por presentarnos un sinfín de situaciones "posibles". Y este mecanismo, en realidad, es información interesante si sabemos manejarla sumándole el recuerdo de todas las fortalezas que tenemos en nosotros mismos y de todas las oportunidades de aprendizaje que también se encuentran dentro de esa gran realidad que es un nuevo reto en nuestras vidas. Por lo tanto, si mi mente me muestra todas las amenazas posibles y debilidades que tengo, nosotros como observadores de ese funcionamiento y gestores de nuestra mente, también podemos, y sería un gran apoyo a nosotros mismos, recordar todas las veces que hemos sido capaces de superar retos y situaciones difíciles, así como imaginar todas las oportunidades que puede dar lugar esa situación que tanto tememos. Así, además estaremos aumentando el conocimiento que tenemos de nosotros mismos.

Para detectar tus miedos inconscientes, te planteo una serie de preguntas:

 

  • ¿Por quién estás así?
  • ¿A quién temes defraudar?
  • ¿A quien afectaría tu "fracaso" si te atrevieras a hacer lo que quieres y llevas proponiéndote tanto tiempo?
  • ¿De quién te importa la opinión que tenga sobre ti?
  • ¿Qué pasaría si "fallaras"? ¿Qué temes perder?
  • ¿Qué pasaría si lo lograras? ¿Qué temes que pase?

     

    Uno de los primeros pasos para detectar nuestro miedo es respondernos a estas preguntas, porque si queremos trabajar nuestro miedo hemos de conocerlo, comprenderlo y saber de qué y para qué nos está informando.

     

     

     

    Si en tus respuestas descubrieras que estás hipotecando tu presente y tu autoconcepto a través del no hacer por miedo a lo que otros puedan pensar o hacer con su aprecio/cariño/confianza por ti... Ese miedo es psicológico y te está controlando y bloqueando tu crecimiento personal y recorrido vital.

    ¿Qué opciones tendrías en ese caso? Te invito a que compartas tus creativas respuestas a esta última pregunta tanto aquí en mi blog, como en Facebook, Instagram o Linkedin.

    También te invito a que completes la lista de situaciones que pueden estar evidenciando una emoción de miedo bloqueada y no escuchada en tu vida.

     

    Te pueden servir a ti y a otras muchas personas para identificar el miedo. Anímate a compartir!

    Y si sientes que quieres recibir apoyo a través de un proceso de Coaching emocional para superar la emoción de miedo que te bloquea para vivir esta emoción de forma sana y constructiva, puedes contar conmigo.

     

    Un abrazo y feliz día!

     

     

     

    Deja un comentario

    Todos los comentarios serán revisados antes de ser publicados. Gracias por aportar.